Un minuto nada menos

[taxón]

Moralzarzal es uno de los pueblos con iniciativas más originales de la Sierra. No en vano, su alcalde es un tipo insólito. De las muchas cosas hechas, me detengo en una campaña recientemente lanzada bajo el nombre de "minuto solidario". Con ella, el Consistorio pretende concienciar a los conductores insolidarios de la importancia de no ocupar las plazas de aparcamiento reservadas a minusválidos. Conductores insolidarios es la denominación recibida por los cretinos incívicos en lenguaje políticamente correcto. Por cierto, que los minusválidos tampoco son ya minusválidos, sino personas con movilidad reducida. Con el tiempo, hemos roto uno de los principios básicos de toda lengua, la economía de términos. No descarten que el apelativo se siga ampliando y de aquí a nada haya que hablar de personas con factores de movilidad física objetivamente reducida. Hay un método para abreviar la nomenclatura, que no es otro que PMR. Si yo tuviera que desplazarme en silla de ruedas, me ofendería más que me llamaran PMR que inválido. Lo de PMR me suena a modelo de aparatito tecnológicamente avanzado inventado con el fin de gastarnos una pasta en él para complicarnos más aún la vida.

Vuelvo al minuto. Ese intervalo de tiempo es la excusa que los imbéciles con carné B1 y sin escrúpulos esgrimen para ocupar la plaza habilitada para quien más la necesita. "Es un minutito, nada más", replican, así en diminutivo, como si un minutito durara menos por estar formado por sesenta segunditos. Con ese minutito, hurtado con alevosía y premeditación, la persona con movilidad reducida se convierte en persona con tiempo reducido por un sujeto con el intelecto reducido, el que aparca donde no debe. El minuto, además, suele durar cinco o diez veces más y en el intervalo el paciente minusválido ha tenido que ir a aparcar adonde pueda desandando el camino en su silla de ruedas o apoyado en sus bastones.

El mecanismo inconsciente que hace pensar a cualquier necio que su tiempo es más importante que el de los demás funciona en estos casos, igual que en los de aparcamiento en segunda fila, estacionamiento ante una salida de garaje o parada en medio de la calle, sin importar que detrás se forme una fila de vehículos que perderán cada uno de ellos un minutito, o más, da igual. Si el tiempo es oro, el que se lo hace perder a los demás es un ladrón, o al menos un moroso. La usurpación de espacios públicos es un modo de egoísmo que merece escarmiento. Que no les tiemble el pulso a los municipales a la hora de administrar sanciones a los salteadores de plazas de minusválidos y que la grúa actúe sin piedad. Y mientras, bien está la campaña de concienciación cebollera. Que a nadie espante la mención a la hortaliza, pues es ese el gentilicio de los naturales de Moralzarzal. Y que siga siendo así, pues en pos de lo políticamente correcto no creo que a nadie agrade que ahora les llamen personas con denominación deducida de de la cebolla.

La esencia de un acto incívico no viene determinada por la duración del mismo. De hecho, el que es tonto lo es para toda la vida, y se encarga de demostrarlo en cada minutito que tiene ocasión. Al que exponga como excusa que su acción incívica dura un minuto, nada más, hay que replicarle: ¡Un minuto, nada menos!

Información:http://www.sierramadrid.es/noticias/8107/Un-minuto-nada-menos/
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¿Y cómo es la movilidad por muchas zonas del pueblo?
¿Cómo son los rebajes de las aceras?
¿Qué accesos tienen muchos comercios?
¿Cuantos obtaculos estan en medio?

" De hecho, el que es tonto lo es para toda la vida, y se encarga de demostrarlo en cada minutito que tiene ocasión. Al que exponga como excusa que su acción incívica dura un minuto, nada más, hay que replicarle: ¡Un minuto, nada menos!"
Totalmente de acuerdo con la frase.

[Exob]

buen articulo, si señor, y lo del minuto solidario, pues vale, pero si se denunciaran siempre, y digo siempre, sin excepciones como ferias taurinas, fines de semana de cañeo en c/ Huertas, actos en la plaza de toreos, etc. Pues quizas la gente se concienziaría más de que (ese minutito) siempre le puede salir carito.