A pesar de que Mercadona ha buscado cultivar la imagen de una empresa familiar, preocupada por el bienestar de sus trabajadores y consumidores, al igual que las grandes cadenas del sector, destaca por imponer unas condiciones de trabajo abusivas y practica una polÃtica de gestión de la mano de obra que se basa en el mantenimiento de una presión constante a los trabajadores para asegurar su rendimiento. En el Estado español, una de las principales luchas sindicales contra una empresa de la gran distribución fue la mantenida en 2006 por los trabajadores de Mercadona en el Centro LogÃstico de Sant Sadurnà d’Anoia. Además Mercadona ha tenido varias sentencias contrarias, por despidos improcedentes y acoso en el trabajo, durante los últimos años.
Hoy quien deberÃa dar explicaciones frente a los jueces no son los sindicalistas del SAT con Juan Manuel Sánchez Gordillo a la cabeza, sino el propietario de Mercadona, Juan Roig, por las prácticas abusivas de Mercadona, que le han permitido amasar una de las principales fortunas del paÃs, y ya de paso para dar explicaciones de los oscuros hilos que mueve tras las bambalinas de la polÃtica valenciana.
La acción llevada a cabo por los sindicalistas del SAT puede ser ilegal, pero en el contexto de crisis aguda en el que nos encontramos es del todo legÃtima, mientras que precarizar las condiciones laborales puede ser, lamentablemente, legal pero no tiene nada de legÃtimo. Y cada vez son más las personas conscientes de ello. De aquà que frente la legitimidad y el apoyo a estas movilizaciones, la única opción del poder sea la represión y la criminalización. Solidaridad, pues, con aquellos que no se resignan y luchan.